Seguro que muchas veces, cuando se ha producido un daño en tu hogar, por ejemplo una humedad, directamente has pensado que te lo cubría y pagaba el seguro. Todo el mundo lo cree, pero hay que tener en cuenta que existe la posibilidad de que la aseguradora rehúse un siniestro declarado por el tomador del seguro.
Si te preguntas qué es un rehúse del siniestro, queremos que sepas que se trata de la decisión por la cual la aseguradora no acepta el pago de un siniestro. Este rehúse siempre tiene que comunicarse por escrito al asegurado, explicando y justificando la situación. Suele acompañarse de una referencia al redactado de la póliza de seguros y fondos donde se indica el motivo de exclusión o la falta de cobertura.
En el artículo de hoy, desde Perea Grup, vamos a explicarte los motivos más frecuentes de rehúse del siniestro en las pólizas del hogar.
Motivos más frecuentes de un rehúse
En este apartado vamos a explicarte algunos motivos que más frecuentemente nos encontramos y por los cuales la compañía de seguros no atiende un siniestro, es decir, lo rehúsa.
1. Mala comunicación con la compañía de seguros al explicarle que nos ha pasado
Tienes que dar información concreta del siniestro
Cuando llamamos al seguro para explicarle qué ha pasado, tenemos que darle una información muy concreta. Es decir, tenemos que identificar desde cuando nos ocurre el siniestro, donde se originan los daños que estamos reclamando, por qué motivo se han originado (qué los causa) y qué daños ha provocado el siniestro.
De esta manera, es de suma importancia, y se podría decir que es obligatorio, identificar el origen, desde cuándo están ocurriendo estos daños, por qué se han motivado y qué daños ocasionan. Todo esto para poder dar toda la información posible a tu compañía de seguros y así evitar una mala comunicación.
Evita las palabras “prohibidas”
Por otro lado, tienes que saber que en este territorio hay muchas “palabras prohibidas”. Te dejamos las más comunes:
- Filtraciones
- Falta de mantenimiento
- Corrosión
- Fibrocemento
Tienes que ir con mucho cuidado con estas palabras, ya que cuando los seguros las ven o las escuchan, suelen excluir el siniestro. Seguro que te preguntas por qué pasa esto, pues tiene que ver con el mantenimiento del hogar. Si la compañía de seguros ve que durante un tiempo no te has preocupado por arreglar daños, ni realizar el mantenimiento de tu inmueble y que esto ha ocasionado un daño mayor como una humedad, no van a indemnizar el siniestro. Vamos a explicártelo mejor en el siguiente apartado.
2. Temas de mantenimiento: daños que ocurren de forma paulatina y no accidental
No te olvides de arreglar los pequeños daños de tus inmuebles
Como comentábamos, tenemos que tener en cuenta que los seguros solo cubren situaciones accidentales, no hechos derivados del mantenimiento de las propias fincas. Esto último es responsabilidad de los asegurados. Por ejemplo, no es lo mismo unos daños de agua producidos por lluvia porque el terrado está en mal estado y lo sabíamos y no lo hemos reparado, que unos daños de humedad producidos por una lluvia muy fuerte
Todas las cosas que pasen debido al paso del tiempo, se consideran mantenimiento, porque esto significa que has estado desatendiendo obligaciones tuyas de tu propio inmueble. Por lo tanto, los daños derivados de este tipo de hechos no tienen cobertura.
3. Casos de infraseguro
La póliza de seguro debe estar actualizada y corresponder a la realidad al 100%
Cuando lo que tenemos detallado en la póliza no corresponde al 100% con la realidad, es un problema, por eso, es muy importante que de forma periódica revisemos la póliza de seguro. Solemos hacerlo para únicamente para controlar el precio y no caemos en todos aquellos cambios que ha sufrido nuestra vida personal, desde que contratamos el seguro: los muebles que hemos ido comprando para cambiar la decoración de casa, el reloj que nos regaló la pareja por nuestro aniversario, el material de deporte de los niños o los cuadros que heredamos de un familiar que falleció y que eran un pintor famoso.
La partida de mobiliario, como hemos comentado en otras ocasiones, debe ajustarse a la valoración de todos los bienes personales y mobiliario que tenemos en casa. Esto suele variar con el tiempo y no tenemos costumbre de revisarlo. Bien, pues esta revisión es fundamental para evitar que cuando declaramos un siniestro al seguro, la compañía nos indique que existe infraseguro. Tenemos que pensar, que en el momento del siniestro la compañía valorará entre otros, el número de habitantes de la casa y que dividirá la suma asegurada de mobiliario entre los convivientes en la vivienda. Si considera que el importe asegurado no es correcto, aplicará una regla proporcional en la indemnización.
Qué hacer para evitar un rehúse de un siniestro en las pólizas del hogar
1. Tener la póliza revisada y los capitales al día
Es importante hablar una vez al año con tu corredor de seguros para revisar que todos los datos que se recogen en el contrato de póliza de hogar sean correctos.
También tienes que asegurarte que el capital de edificación está asegurado correctamente, de tener una suma asegurada dentro del capital inmobiliario que cubra el 100% de los objetos, muebles, electrodomésticos, y bienes personales que tenemos dentro del hogar, y asegurarte de que el capital de joyas y de objetos de valor declarado sea correcto.
No olvides que no es lo mismo contratar un seguro cuando eres propietario que destina su vivienda a alquiler o vive en ella, que si eres inquilino.
Como hemos visto en el artículo, comunicar un siniestro correctamente a la aseguradora no es tan fácil como parece. Hay que conocer el contrato de seguro que nos vincula con la compañía y prever cómo actuará la compañía. Por ello, recomendamos a nuestros clientes que cualquier gestión relacionada con sus seguros la hagan a través nuestro y que no traten nunca directamente con la aseguradora. Nuestro papel de intermediarios sirve para poner al alcance de nuestros clientes nuestra experiencia y facilitarles así las gestiones.
2. Tener conocimiento de la cobertura
Es esencial buscar con qué cobertura queremos cursar el siniestro y qué requisitos se detallan en ella sobre lo que tendría que haber ocurrido para que tenga o no tenga la cobertura. En esto te puede ayudar tu corredor de seguros, ya que es la parte más compleja de hacer en el redactado del contrato.
De esta manera, es muy importante tener en cuenta que las pólizas de seguro son un contrato entre las partes y que por eso, se tiene que buscar con qué garantía se tiene que cubrir el siniestro a la vez de cursar y tramitarlo a la compañía. Si no sabemos esto, podemos comunicar una cosa que no tiene cobertura y la compañía no se responsabilizará de la indemnización.
3. Tener toda la información posible del siniestro
Como ya hemos comentado anteriormente, tienes que identificar cuál es el origen del siniestro, qué motiva el siniestro, qué elementos se ven afectados y los daños que origina esto y poderlo documentar todo a través de fotografías.
4. Cuantificar los costes de reparación
Por último, tienes que tener cuantificado con presupuestos, el coste de reparación tanto del origen como de los daños.
Ahora que ya sabes cuando sucede un rehúse y cómo evitarlo, recuerda, que desde Perea Grup, como correduría de seguros, podemos revisar tu póliza actual de seguros y asegurarnos que lo que tenéis contratado es lo que realmente os preocupa, y actualizar los capitales contratados. De este modo en el momento que tengamos un siniestro no tengamos sorpresas: datos mal declarados, capitales desactualizados… Contacta con nosotros.